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Tips para organizar tus finanzas personales

Por: Ibianllys Amaris Calvano

Imagen Tomada De Pinterest

Mantener en orden las finanzas al mes suele ser un dolor de cabeza para muchos. Son pocos los privilegiados en obtener educación financiera a temprana edad, los demás aprendemos a administrar nuestro dinero en la práctica. Es así como te ves siempre luego de la quincena sin un solo peso en tu billetera, generando más deudas y pasando tu vida en ese círculo vicioso.
Hoy te traemos unos tips que te ayudarán a ponerle freno a ese gasto inmensurable, pero, sobre todo a administrar de manera inteligente tus finanzas.

Establece un objetivo

Es necesario que te plantees y hagas una proyección personal. ¿Cómo te ves en unos 5 o 10 años? ¿Quieres comprar una casa, casarte, tener hijos? O, por el contrario, ¿deseas saldar tus deudas, no tener hijos y jubilarte temprano?

Sea lo que decidas es necesario que traces una meta, esa será tu brújula para no perder el norte. Posteriormente deberás priorizar tus objetivos de mayor a menor importancia, estos se repartirán a lo largo de tu vida y tus ahorros se destinarán al cumplimiento de ellos.


Realiza un presupuesto

El presupuesto es la base de tus finanzas personales, es la planificación que te permite dividir tus ingresos y gastos para tener un mayor control sobre ellos, manejar el dinero de una manera más eficiente, monitorear los consumos del mes y reducir su cantidad.

El presupuesto es el plan de acción que te ayudará a alcanzar las metas de ahorro que te has planteado. Este se fija normalmente cada año.

En términos generales las personas no tienen la cultura de generar un presupuesto personal o familiar, esta puede ser la razón principal por la que se suele gastar más dinero del que se tiene y caer en el endeudamiento.

El sobrante de este presupuesto mostrará el ahorro del mes; por el contrario, si muestra un faltante, se incurrirá al endeudamiento y será hora de echar un vistazo minucioso al flujo de dinero.

Tipifica los gastos

Antes de recortar los gastos debes tener presente que estos se clasifican por tipos. Priorizar las obligaciones y controlar lo innecesario.

1. Gastos fijos: Son los gastos de mayor obligatoriedad. Normalmente tienen un monto fijo y un período determinado. Ejemplo: las facturas de los servicios, las deudas pendientes, tarjetas de crédito, alimentación, entre otros.

2. Gastos opcionales o variables: Son aquellos que obedecen más al deseo que las necesidades. Pueden ser descartados. Un claro ejemplo sería tomarse unas vacaciones o irse de compras. Dile no a los gastos compulsivos.

3. Gastos inesperados: Son los que conocemos como “imprevistos”, surgen por una eventualidad. Es recomendable tener un “colchón” para solventar este tipo de emergencias y no caer en préstamos que luego se suman a nuestras deudas. Ejemplo: familiar enfermo, el auto o moto se averió, alguna reparación interna en el apartamento.

4. Gastos discrecionales: Son los que puedes determinar, es la cantidad de dinero que eliges gastar al mes, están destinados para consentirse. Ejemplo: salidas, productos de belleza, cumpleaños, entretenimiento.

5. Gastos hormiga: A este tipo de gasto hay que ponerle lupa y ser cuidadoso, ya que son pequeños egresos diarios que no se tienen contemplados dentro del presupuesto, pasan desapercibidos y pueden estropear tu ahorro. Ejemplo: comprar un helado, una taza de café diario, almorzar por fuera.

Una vez que clasifiques los gastos que estás teniendo al mes, será más fácil descartar los no esenciales de los prioritarios y destinar dinero para el ocio.

Ojo a las tarjetas de crédito

Liquida las tarjetas que tengas en tu poder y entrégalas; o, si consideras que puede serte útil para sacarte de apuros, es recomendable que tengas un excelente control en su uso. Recuerda que el dinero en ese pequeño rectángulo de plástico no es tuyo, es un préstamo y deberás devolverlo con un porcentaje adicional. Trata de manejar cuotas bajas para que los intereses no sean elevados. En lo posible solo quédate con una sola tarjeta, la que tenga menor tasa de interés.

Invierte

Por lo menos el 10% de tus ingresos debe estar destinado a los ahorros, de esta manera estarás más cerca de alcanzar tus objetivos. Una recomendación es que en la medida de lo posible inviertas el dinero sobrante para duplicarlo. Eso sí, debes estar dispuesto a arriesgarte a perder.

Genera ingresos extra

Este punto se relaciona con el anterior. Nunca está de más unos ingresos adicionales a tu sueldo estable. Diseña un proyecto solo o en conjunto con algún familiar o amigo: postres, detalles sorpresas, ilustraciones, servicios independientes. Pon en marcha un emprendimiento que ayude a cubrir tus necesidades básicas.

Edúcate financieramente

Si quieres aprender a manejar tus finanzas personales empieza por dedicarle tiempo al estudio financiero, desarrollarás habilidades básicas que aumentarán tu seguridad financiera. Cuánto más informado estés mejores decisiones tomarás respecto a tu dinero.